No solamente a los escritores de los himnos damos importancia, sino también a los compositores. Ellos dan vida a la poesía, al poner la música que nos permiten cantar estas alabanzas en la congregación. Para hablar de los compositores de los himnos un buen punto de partida sería con Lowell Mason.
Lowell Mason nació en Massachusetts, Estados Unidos, el 8 de enero de 1792. Desde niño la música fue su pasión. A su temprana edad podía tocar cualquier instrumento que se cruzara por su camino. Cuando otros niños estaban jugando y distraídos en otras cosas, Lowell tocaba música. Pasaba horas tocando flauta, violín, cello, órgano, piano y clarinete. A los 15 años enseñaba lecciones de música y a los 16 dirigió su primer coro.
Cuando tenía como 20 años se mudó a Savannah, Georgia, para trabajar como cajero en un banco. A pesar del tiempo que le dedicaba al trabajo, esto no impidió que Lowell prosiguiera con sus estudios y aprendizaje de música. Durante este tiempo hizo la recopilación de sus primeros arreglos y composiciones, pero se enfrentó con dificultades para publicar su obra, ya que fue rechazada por varias editoriales. Finalmente, la editorial Sociedad de Handel y Haydn, de Boston, accedió publicar su trabajo, aunque, al principio, no le dio el crédito de la autoría a Lowell. Sin embargo, a medida que se hizo popular el himnario, la editorial incluyó el nombre de Lowell Mason como autor, en ediciones posteriores.
Además de su aporte en los himnos cristianos, Lowell Mason fue un gran maestro de música. Su deseo de que la música formara parte de la vida de los estadounidenses hizo que convenciera las escuelas públicas de Boston para incluir la educación musical, idea que fue aprobada en la zona y también en el resto del país. También Mason dedicó sus esfuerzos para restaurar el canto congregacional en las iglesias.
Algunos criticaron a Mason por cambiar el estilo de la música estadounidense, así como en las congregaciones americanas, para introducir el estilo europeo. Pero, no hay duda, que este hombre hizo una contribución incalculable a la música en la iglesia. Se estima que haya compuesto la música para más de 1600 himnos, aunque solamente algunos están en español:
- Andaba yo en males mil
- Braman vientos, rugen mares
- Canta, oh buen cristiano
- Cerca de Ti, Señor
- Concédeme, Jesús, poder
- Confío yo en Cristo
- Cuán bendito es el hombre
- De heladas cordilleras
- De tal manera Dios amó
- Despide ya tu grey
- Hay un precioso manantial
- La cruz excelsa al contemplar
- Más cerca, oh Dios, de Ti (J Cabrera)
- Más cerca, oh Dios, de Ti (V Mendoza)
- Mi fe espera en Ti
- Oh, Pan del cielo, dulce bien
- Oh, Señor, que Tú nos hables
- Por mil arpas y mil voces
- Por qué hay dudas y temor
- Pronto la noche viene
- Señor, Tú nos invitas
- Yo quiero obedecerte
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