Una hora sola de velar con Cristo

 

Una hora sola de velar con Cristo,
eternos años de reposo y paz.
Una hora sola de afrontar peligros,
eternos años de mirar su faz.

Tengamos, pues, valor hasta el mañana,
brillante sea nuestra luz aquí.
El Salvador con suave voz nos llama:
«Velad, velad una hora más por mí».

Una hora sola de sufrir por Cristo,
eternos años en su calma y luz.
Una hora sola de sufrir perjuicios,
eternos años, gloria en vez de cruz.

Una hora sola en prueba y tentaciones,
eternos años de felicidad.
Una hora sola aquí de vejaciones,
eternos años de su amor sin par.

 

Audio: MIDI