Un ancla tenemos
Historia del autor: Ángel Herreros de Mora
1. Un ancla tenemos que el túmido mar,
por mucho que ruja, no puede quebrar
la dulce esperanza que infunde Jesús,
legada en su muerte de angustia en la cruz.
De angustia en la cruz, de angustia en la cruz.
Legada en su muerte de angustia en la cruz.
2. Allende los cielos el trono de Dios,
que rige supremo en el reino de amor,
esta ancla fijemos que firme estará,
pues Dios, nuestro Padre, no nos faltará.
No nos faltará, no nos faltará.
Pues Dios, nuestro Padre, no nos faltará.
3. Y cuanto más ruja la cruel tempestad,
más firme tomemos el cable de fe;
que furia de vientos, ni embates del mar,
no pueden del puerto la entrada vedar.
La entrada vedar, la entrada vedar.
No pueden del puerto la entrada vedar.
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