Sabes dónde hay una fuente
Historia del autor y compositor: Philip P. Bliss
1. ¿Sabes dónde hay una fuente
pura de divino amor,
cuyas aguas celestiales
manan con ferviente ardor?
Esta fuente inagotable,
de eficacia y de valor,
es el Redentor bendito,
el precioso Salvador.
Es Jesús la viva fuente,
donde he apagado yo
esa sed que consumía
mi cuitado corazón.
2. Esa fuente siempre pura
nunca su cristal perdió;
y sus aguas refrescantes
se te ofrecen, pecador.
Si sediento y fatigado,
a Jesús la fuente vas,
satisfecho y aliviado
al momento quedarás.
3. ¡Oh! recibe pues su oferta;
no rechaces, no, su amor.
Dile: «De esas aguas dame,
y sabré su gran valor».
Sin dinero y sin precio,
se te ofrece el grato don:
vida eterna, paz y gozo,
de tus culpas el perdón.
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