Ni sangre hay ni altar

Historia del autor: Horatius Bonar

 

1. Ni sangre hay, ni altar; cesó la ofrenda ya;
no sube llama ni humo hoy, ni más cordero habrá.
Empero ¡he aquí la sangre de Jesús,
que quita la maldad y al hombre da salud!

2. Con gratitud, Señor, la sangre veo brotar
que dio la paz al pecador, triunfando en su lugar.
Gran triunfo sobre el reino de Satán:
ni queda un enemigo, ni otra lucha habrá.

3. Con gratitud, Señor, tu gracia acepto yo,
que sobrepuja nuestro mal. Del Padre es este amor;
amor del Hijo eterno que murió;
y amor del Santo Espíritu, del Trino Dios.

4. Con gratitud, Señor, acójome a trabar
de la esperanza que nos das, cual ancla, firme está
del velo adentro, donde el Precursor
entró, y hoy vive por nosotros ante Dios.

5. Con gratitud, Señor, corona espero yo.
De vida y gloria ceñirás a cada vencedor.
Ningún laurel marchito el Juez dará,
mas como el trono eterno de Jehová será.

 

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