Cualquiera que tome un himnario en español no tardará mucho en encontrar algún himno escrito o traducido por Juan Cabrera. Himnos como “Santo, Santo, Santo”, “Dulce oración” o “Firmes y adelante” siguen siendo de los más populares en el canto congregacional. Sin olvidar que la traducción más usada del gran himno de la reforma: “Castillo fuerte es nuestro Dios” pertenece a Juan Cabrera.
Nació el 23 de abril de 1837 en Benisa, España. Se unió a la orden episcopal en 1853. Se destacó en sus estudios teológicos. Culminado sus estudios quiso continuar en el aprendizaje del griego y hebreo bíblicos. Durante este tiempo leía la Biblia en privado (debido a que para entonces era prohibido hacerlo) y mantenía correspondencia con predicadores del evangelio. Debido a la persecución religiosa de esos tiempos, Juan Cabrera huyó hacia Gibraltar en 1863, al enterarse de la encarcelación de aquellos predicadores con quienes tenía contacto.
Fue en Gibraltar que Juan Cabrera conoció a Cristo como Salvador, y desde ese momento tuvo el vivo deseo de compartir su fe con otros en España. La persecución no permitía la libertad de predicar el evangelio, por lo que pasaron varios años antes que Cabrera pudiera regresar a su patria. Cuando cayó el gobierno de Isabel II, Cabrera y otros pudieron regresar a España para compartir el evangelio con sus compatriotas. Al comienzo el entusiasmo era muy motivador y la asistencia bastante concurrida. Después de algunos meses las circunstancias cambiaron y ya no gozaban de tanta libertad. Sin embargo, Cabrera continuó sus labores de evangelización en España donde encontraba puertas abiertas.
Juan Cabrera pronto reconoció la tremenda influencia de la música y la literatura en la evangelización. Esto lo llevó a comenzar a escribir y traducir himnos al castellano, los cuales se comenzaron a usar de una vez en las congregaciones. También escribió libros y publicó revistas que eran distribuidas a muchos, incluyendo personalidades de la iglesia popular.
Cabrera publicó su primer himnario en 1878 llamado Himnario para uso de la Iglesia Española, el cual contenía 330 himnos. Siendo un hombre instruido en lingüística y literatura el vocabulario que utiliza en sus himnos es notable. Al traducir himnos plasmaba los pensamientos del autor original con una especial habilidad para preservar el mensaje lo mejor posible.
Murió en Madrid el 18 de mayo de 1916. Sus himnos son muchos, pero los que están incluidos en esta página son:
- A Jesucristo ven sin tardar
- A Jesús pertenecemos
- A Ti, oh Dios, con júbilo
- Al trono majestuoso
- Amémonos hermanos
- Castillo fuerte es nuestro Dios
- Cristo ya ha resucitado
- Cuán dulce el nombre de Jesús
- De la iglesia el fundamento
- Despliegue el cristiano
- Dime la antigua historia
- Dulce oración, dulce oración
- Dulces momentos consoladores
- Firmes y adelante
- Gloria a Dios en las alturas
- Gloria a Dios porque su gracia
- Grato es decir la historia
- Hijos del celeste Rey
- Jesús de los cielos
- Jesús, del hombre Hijo
- Loor a Ti mi Dios
- Más cerca, oh Dios, de Ti
- Nada tuyo pecador
- Nunca Dios mío cesará mi labio
- Oh pan del cielo dulce bien
- Padre tu Palabra es
- Preste oídos el humano
- Pues ya la noche se aleja
- Qué significa el gran rumor
- Santo, santo, santo
- Señor Jesús con tu esplendor benigno
- Señor yo he prometido
- Suenen dulces himnos
- Venid fieles todos
- Voz de amor y de clemencia
- Yo escucho buen Jesús
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Comments 3
Gracias por las historias! Son de gran bendición, así como los himnos!
Author
Qué bueno que la página sea de bendición!
Quizá es una confusión o error, pero un servidor tenía entendido que esté himnologo era venezolano; sin embargo, la solemnidad de varias de sus traducciones, hacen más creíble su origen español.
Una muestra de fe y valor de muchos cristianos evangélicos tanto españoles de origen como
latinoamericanos.