No me importan riquezas

Órgano

1. No me importan riquezas
de precioso metal,
si más rico tesoro
puedo ir a gozar.
En las páginas bellas
de tu libro eternal,
dices, Cristo bendito,
sí, mi nombre allí está!

¡Oh, el libro precioso
de tu reino eternal!
Soy feliz para siempre;
sí, mi nombre allí está.

2. Muchos son mis pecados
cual la arena del mar,
mas tu sangre preciosa
me los pudo limpiar.
Porque Tú has prometido
¡oh, bendito Emanuel!
Si tus culpas son negras
blancas yo las haré.

3. ¡Oh, ciudad deliciosa
con mansiones de luz!
Do triunfante el cristiano
goza ya con Jesús;
do no entra el pecado,
ni tristeza, ni mal;
allí tengo mi herencia;
sí, mi nombre allí está.