Mi Redentor, el Rey de gloria

Historia del traductor: Thomas M. Westrup
Historia del compositor: George C. Stebbins

 

1. Mi Redentor, el Rey de gloria,
que vive yo seguro estoy.
Él da coronas de victoria;
con gozo pronto al cielo voy.

Que permanezca no pidáis
entre el bullicio y el vaivén;
el mundo alegre hoy dejara
aun cuando fuese algún Edén.
La cita nada más aguardo,
que el Rey me diga: «Hijo, ven».

2. En mi Señor Jesús confío;
su sangre clama a mi favor.
Es dueño de mi albedrío;
estar con Él es lo mejor.

3. Consuélome en su larga ausencia
pensando: «Pronto volverá;
entonces su gloriosa herencia
a cada fiel Jesús dará».

 

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